viernes, mayo 29

Casa y Jardín.

He sembrado un minijardín; tréboles,hongos manzanilla y pequeñas flores silvestres pronto lo habitarán. Imagino que pondré ahi las piedritas del Grijalva y un par de gnomos de arcilla.

Me emociona mucho este microscópico Vergel, prometo regarlo y abonarlo todos los días de mi vida.

Siendo realistas nunca he sido buena para cuidar cosas vivas. Me entristece recordar al helecho "Clorofila"... Sólo duro dos días... No logro explicarlo, sus ancestros datan desde eras cenozoicas y paleozoicas, todo desarrollandose en armoniosa descendencia y hete aquí que llego yo y lo asesino nada más llegar a mis manos.

Es muy triste y criminal ser una ecocida, es por ello que la atribulada conciencia y el espíritu de Driade que hay en mí, me han reconvenido para enmendar tan deleznable proceder.

He dado con la solución haciendo pininos en la jardinería para liliputienses.

Estoy segura que se verá encantador y voy a desear con toda el alma ser de talla duende para adentrarme en ese edén de miniatura.

Después de todo ese ha sido mi sueño desde que tengo uso de razón, tener mi propio jardín secreto.

Ahora, tal deseo se hará realidad y lo mejor de todo, muy ad hoc con la onda nano que vivímos.

6 comentarios:

Gran Fornicador dijo...

Matar plantitas ha sido una metáfora traumática recurrente de mi vida. Que bueno que no ganaste la hummer, no tendría lógica una Driada manejando eso.

aeromusa dijo...

Un jardin como los de Babilonia. Chiquito y pequeño iluminado con una sonrisa a medias... ssssiii!!!

yo quiero ser una liliputense... (que feo que lee :O)

Luis Frost dijo...

podrías empezar por cultivar tu twitter, aunque si crece suficiente no te quedará tiempo para la jardinería IRL.

BESSIE CERÓN dijo...

como raiiid matabichos

Rino Bod dijo...

No lo tomes a mal, pero al leer rápido leí "abandonarlo" cuando escribiste "abonarlo" y me predispuso malamente para tu post. Sorry Honey. Espero que le vaya bien a tu mini edén.

Claudia Isabel Palacios Trejo dijo...

voy voy rino, ya ni freud ni lacan ni dolto ni todos los psicoanalistas se tomaban los lapsus tan literalmente