Revelaciones de una Chirinola Iluminada y Fantasiosa.

Ya estoy en casa, estamos en casa él y yo. De ahora en adelante viviremos juntos. Y Chirinola será una arista redonda. La luz chorreará entre sus párpados e iluminará toda la habitación. Ella será luna convexa, foco abultado propagando moléculas que saltarán enloquecidas sobre el colchón cual saltamontes danzantes.

Desde hoy voy a ser árbol, ciprés ó fresno, creceré siempre, me arraigare a tu corazón, también me convertiré en espejo, seré reflejo de soles y de cielos, de nubes pasajeras y distantes, de estremecimientos pasionales. Traigo un pájaro atravesado en la garganta, estará gorjeando todo el tiempo. Panza arriba sobre la cama, te dibujaré con mis besos. Con mis seiscientas setenta y siete formas diferentes de amar, con mis seiscientas setenta y siete formas de decir te quiero. Canturrearé a tu oído las sinfonías mas absurdas que pueda trazar.

Esta mañana voy a ser tetera y cuando me canse hortaliza o reina, zarandeándote el pelo como galerna ó tolvanera letal y negra de los pies a la cabeza podré transfigurarme en lo que quiera. Y esta el amarte y esta tu sexo, tan dulce, tan fiero. Más allá de ti, yo con mi asfixia y este cuerpo que no se concibe sin ti.

Sin imaginerías; Hoy estás más lejos y soy un paraguas cerrado y viejo. Te extraño y cada que cierro los ojos te encuentro, voy a llorar mucho para enjuagarte de mis pupilas.

Chirinola.