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‘Aquí todas las cosas acuden acariciadoras a tu discurso y te halagan: pues quieren cabalgar sobre tu espalda. Sobre todos los símbolos cabalgas tú aquí hacia todas las verdades... Aquí se me abren de golpe las palabras y los armarios de palabras de todo ser: todo ser quiere hacerse aquí palabra,todo devenir quiere aprender a hablar de mí’ (Nietzsche, Ecce homo)

La vida es devenir, señala Deleuze. Entendiendo el verbo como una zona de proximidad, incompletud o de indiferenciación, donde el árbol ya no se distingue del pez por ejemplo, todo se sintetiza en la indescirnibilidad. Desde esta perspectiva no existen caminos acabados, la línea recta es un mito, la senda de la existencia como tal no existe, se va coformando a través de la experiencia que tengamos del mundo, experiencia que solo se otorga a través del lenguaje. "La sintaxis es el conjunto de desvíos necesarios que son creados en cada caso para revelar la vida en las cosas".(Deleuze 2004)

Es decir, la palabra es simbólica y solo por medio del símbolo nace la capacidad para conferir el sentido al universo. Sentido que a la vez es significante de otro significante, sin llegar jamás a otorgar significado posible. ¿Por que? ya señalabamos que lo que deviene esta siempre naciendo, reconstruyendose constantemente, no concluira jamás. El hombre trata de explicarse la realidad, pero no puede conocer lo inacabado y después de todo el también está inconcluso, no somos más que dialéctica.Sólo rozamos la superficie de las cosas y como instrumento de conocimiento hemos desarrollado la metáfora para inferir lo incognoscible.

Usamos esta figura del lenguaje para explicarnos la vida misma, no hay otra forma, sólo a través del sistema linguistico. Somos prisioneros de la palabra, habitamos en el lenguaje -Precisa Lacan. Solo dominamos el objeto al aprehender el medio y para ello tenemos que enunciarlo, el lenguaje me hace libre pero también esclavo al subordinarme a su poder. No existe un afuera porque mas allá de la palabra no hay nada.

Somos sujetos, sujetos del habla, del propio deseo, no hay individuo, ni siquiera lo que digo ahora me pertenece, estoy sometida a la lengua materna. ¿Cómo escapar del sadomasoquismo semántico? Nietzsche lo define como capacidad de bailar encadenado, es decir ser libre dentro del propio sistema ( el lingüistico) Y he aquí la maravilla, solo es libre el poeta, aquel que tiene la capacidad de JUGAR con palabras, de utilizar plenamente metáforas.

En la creación literaria no hay un discurso de poder, el poeta es servidor y al mismo tiempo se sirve de los morfemas, recrea y purifica el idioma, colabora a construir infinitamente su realidad, se convierte en ser activo buscador de su palabra original, del propio sentido. La poesía.- dijo Huidobro - "es un gran Dios" que reconstruye el lenguaje materno y al hacerlo posibilita la creación de nuevos lenguajes: Matrioshka del logos.

Desde este delirio, solo desde este delirio, el hombre se convierte en protagonista de su devenir.